Liderazgo en tiempos difíciles

Por lo anterior, ahora más que nunca se requiere de un buen liderazgo en las empresas, donde los líderes deben conocer las necesidades de sus colaboradores y ponerse en su lugar, tratando de percibir lo que pueden estar enfrentando.

Para lograr un liderazgo que facilite este proceso de cambio, se deben considerar los siguientes aspectos:

Todo buen líder se preocupa porque los miembros de su equipo asuman nuevos retos constantemente; para tus colaboradores será más valioso tu conocimiento y experiencia si se los compartes, ya que esto podrá motivarlos e inspirarlos y les permitirá tener más confianza hacia tí.

Aprende a escucharlos ya que también puedes aprender de ellos. Tener retroalimentación de vez en cuando es bueno porque mejora la relación y surge mayor entendimiento entre los colaboradores. Empezar a hablar menos y escuchar más.

¿Realmente los conoces? No sólo se trata de cumplir las metas del trabajo, también es bueno tomarte el tiempo de conocer a tus colaboradores, escucharlos, conocer sus necesidades, qué sienten, y conocer sus objetivos de carrera; y de esta manera poder ayudarlos.

Reconocer y agradecer el trabajo de otros es muy bueno, ya que esto los hará tener mayor iniciativa y validarás que están haciendo bien sus tareas.

Para ser un buen líder primero debes ser capaz de liderarte a ti mismo, teniendo el control sobre tus pensamientos y emociones. El optimismo y entusiasmo que inyectes en el trabajo, motivará a tus colaboradores.

Para que un equipo alcance un alto desempeño, y lo sostenga, necesita construir un balance. Desafortunadamente muchos equipos, con tal de alcanzar metas en el corto plazo, realizan costosos sacrificios que afectan la motivación, relaciones y ambiente laboral, y como consecuencia, sus resultados, productividad y rendimiento en el largo plazo.

Para lograr altos niveles de desempeño en tu equipo de trabajo, es importante considerar que:

Deben poder tener tiempo para el trabajo, el entrenamiento y el descanso. Tener tiempo para realizar actividades saludables y de descanso, en las que descarguen estrés y recarguen energía, aumentará la capacidad emocional en el trabajo. Por lo que, si no hay estos pequeños espacios, es cuando aumenta la desconcentración e irritabilidad.

La empatía es fundamental. Cuando hay confianza las personas sienten que su equipo es un espacio seguro en el que pueden reconocer sus errores, disculparse y pedir ayuda, al mismo tiempo que sienten libertad para compartir sus ideas, proponer soluciones y dejar salir a la luz su potencial.

De esta manera todos los colaboradores y el líder, tendrán una mayor confianza ya que sentirán más honestidad y transparencia en el equipo.

Reconocer los logros de cada uno de los miembros del equipo hará que se sientan más valorados y aumentará la productividad.  Así como también la comunicación asertiva es fundamental a la hora de dar retroalimentación.